El efecto letal de los radicales libres en nuestro cuerpo está bien documentado, la falta de energía, la fatiga, la pérdida de elasticidad de la piel, las dolencias de los huesos, etc. El funcionamiento eficiente de nuestros órganos vitales puede ayudarnos a prolongar los efectos del “desgaste y la aceleración” del proceso normal del envejecimiento, sentirnos mejor y más saludables es parte integral del sistema inmune habitual del cuerpo, el efecto beneficioso de los antioxidantes para ayudar a neutralizar el estrés oxidativo puesto sobre nuestros órganos y procesos metabólicos está también muy claro.
LA MORINGA tiene una larga lista de características para la salud y el bienestar, dentro de los cuales también encontramos que es una fuente rica de antioxidantes. Aumenta la energía, apoya las funciones respiratorias, mejora la digestión, depura y desintoxica el organismo, en cuanto a sus minerales su composición incluye hierro, potasio, calcio, magnesio, ácido fólico, vitaminas (A, E, C, B1, B2, B6, (siendo su alto contenido en hierro, proteínas y aminoácidos esenciales son de gran importancia nutricional para los vegetarianos). De los ácidos grasos que contiene esta planta casi el 80% son de tipo insaturado y por tanto, beneficiosos para la salud, Además de proteínas, vitaminas, minerales, clorofila y ácidos grasos, aminoácidos esenciales de origen vegetal que se encuentran en la Moringa la hacen única.
Pero también por sus innegables propiedades antioxidantes, terapéuticas, antiinflamatorias, antimicrobianas, hepatoprotectoras, la hacen útil para proteger y fortalecer el sistema inmune de los radicales libres siendo fundamental para mantener una buena salud.